Capitalía Plena Sucre: Pando: Cifra de muertos sube y hay más tensión

domingo, 14 de septiembre de 2008

Pando: Cifra de muertos sube y hay más tensión

El estado de sitio no se acata en Cobija. La presencia de militares en el aeropuerto Aníbal Arab no ha desmovilizado a la Capital pandina y muchos ciudadanos se han armado para tratar de repeler el ingreso de los uniformados a la ciudad, previsto para hoy. Hay indignación por la muerte de Luis Antonio Rivero, un pastor evangélico de 54 años, que cayó en el aeropuerto, víctima de los disparos de los militares. El hombre estaba desarmado, con La Biblia en la mano, tratando de bajar los ánimos de la población y los militares. Como estaba en medio de los dos bandos, fue el primero en caer cuando los militares comenzaron a disparar el pasado viernes.

"Desde que empezaron los problemas en Cobija lo llamamos para que se venga y no se exponga al peligro", cuenta Martha Shiguekuni, su madre. "Él me dijo que ya se estaba viniendo, pero lo mataron. Según me cuentan, mi hijo aún estaba vivo y algunas personas trataron de ayudarlo y llamar una ambulancia. En eso dice que vinieron en una camioneta roja los militares y lo subieron y de ahí ya no se supo más. Como nosotros somos gente antigua de Guayaramerín, inmediatamente nos llamaron y nosotros reclamamos de un lado a otro. No lo hallaban ni en hospitales, ni en clínicas, ni siquiera en la morgue. No sabemos exactamente donde murió", dijo. En los militares también hay pesar, ya que un conscripto fue alcanzado por las balas calibre 22, y falleció en la retoma del aeropuerto. Ramiro Tañini Alvarado, murió cuando la bala le atravesó el pulmón derecho y el corazón. Otro conscripto tiene una herida de bala en el brazo.

Del lado de los pandinos, hay nueve heridos con balas militares. En total, oficialmente se reportó el deceso de 18 personas, aunque el Gobierno maneja una treintena de muertos. Los campesinos reportan más de una centena de desaparecidos.

SE ARMAN

Esto provocó la ira del pueblo, que saqueó dos negocios de armas para armarse y resistir el ataque. Según fuentes de Cobija, hay unas 150 personas armadas con revólveres, escopetas y salones 22 en la zona del kilómetro 3, cerca del aeropuerto.


También molestó a la población la presencia del ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, que llegó a Cobija la madrugada de ayer, en uno de los cinco vuelos militares que aterrizaron en el aeropuerto. En cada aterrizaje, se escuchaba una ráfaga de disparos.

AMENAZA

Quintana anunció el arresto del prefecto Leopoldo Fernández, ya que considera que provocó "una masacre de campesinos" y desacató el estado de sitio.

Por su parte, Fernández envió una carta a la Organización de Naciones Unidas y a la Unión Europea, para que envíen un cuerpo de observadores a Pando. También criticó el estado de sitio y aseguró que es sólo un pretexto para ejercer más violencia en su departamento.

Gente consultada por El Deber en Cobija confirma que el estado de sitio no se ha acatado. Los militares sólo controlan un perímetro de 200 metros alrededor del aeropuerto y no han ingresado a la ciudad. "Anoche no se acató el estado de sitio, la gente seguía circulando y cerró la avenida principal que entra al aeropuerto para evitar que salgan. Estamos asustadísimos", dice Érica. Los comerciantes han cerrado sus negocios y se han encerrados en ellos para cuidar que no los saqueen. Otros, han trasladado su mercadería a su casa. Con ello, la única forma de abastecerse de alimentos es comprándole a los brasileños. Además, una treintena de familias ya cruzó el puente hacia Brasilea, por temor a lo que pueda suceder durante la noche. Esta vez, las Fuerzas Armadas no llevarán a conscriptos, ya que han trasladado tropa de élite a la región. Se teme que hoy, domingo, el baño de sangre sea mayor que el registrado el jueves pasado.

CONALDE ADVIERTE Y SE VA A PANDO

El Consejo Nacional Democrático (CONALDE) condicionó anoche la reanudación del diálogo con el Gobierno a que no haya más muertos ni heridos en ninguna de las cinco regiones que demandan la devolución del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y rechazó nuevamente el nuevo texto constitucional, pero además decidió trasladarse a Cobija para expresar su solidaridad y apoyo a una región que ya perdió cerca de una veintena de vidas.

La decisión del CONALDE fue calificada por el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, como un apoyo abierto al prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, quien "propició la masacre de ciudadanos bolivianos y ahora está actuando al margen de la ley", declaró. El prefecto de Tarija, Mario Cossío, en representación del CONALDE asistió el viernes a una reunión con el vicepresidente de la República, Álvaro García Linera. Después de sentar las bases para encaminar una salida a la crisis, ambos sectores decidieron declarar un cuarto intermedio hasta las 17:00 de hoy. Ayer, Cossío informó de sus acciones a los miembros del CONALDE, que se reunieron durante cinco horas en el hotel Buganvillas, y decidieron que la misma comitiva chapaca, que inició el diálogo con el Gobierno, vuelva hoy a La Paz; eso sí, siempre y cuando no haya más muertos ni heridos. El presidente del CONALDE, Rubén Costas, denunció que con la ocupación violenta en Cobija el Gobierno ha agravado la crisis nacional, porque el estado de sitio, la represión y el amedrentamiento se han vuelto una constante.

CHOQUES EN EL CAMPO

Por otra parte, ayer el intento fallido de desbloqueo de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC) ayer en Tiquipaya, población ubicada a 50 kilómetros de Santa Cruz sobre la carretera antigua a Cochabamba, terminó en una golpiza salvaje. Al menos 16 unionistas están internados en los hospitales cruceños y según las versiones de los médicos que han ingresado al punto de bloqueo, que es parte del cerco masista a la Capital cruceña, hay cuatro personas que fueron tomadas como rehenes por la gente afín al MAS. Edson Ruiz Aguayo (24) es uno de los heridos de mayor gravedad. Como consecuencia de los golpes que recibió en la cabeza, está en estado de coma en la Clínica Foianini. Ruiz junto a más de un centenar de jóvenes que fueron llevados en camionetas por el subprefecto de la provincia Andrés Ibáñez, Jhonny Melgar, el presidente de la UJC, David Sejas, y el presidente cívico provincial, Luis Alberto Áñez, no consiguieron desbloquear la ruta que está cortada desde la medianoche del viernes. La desorganización de los unionistas y su inferioridad numérica en comparación con los bloqueadores hizo que luego de 15 minutos de refriega (todo comenzó alrededor de las 18:15) los masistas salieran a la "cacería" de los autonomistas. En represalia, se anuncia para hoy una nueva arremetida de la UJC, pero esta vez apoyada por otras instituciones.

EVO JUSTIFICA EL ESTADO DE SITIO Y NO DESCARTA EXTENDERLO A MÁS REGIONES

En Cochabamba, el presidente Evo Morales reivindicó ayer el estado de sitio que dictó en Pando y continuó sus ataques contra el embajador de Estados Unidos en Bolivia, Philip Goldberg y a los prefectos y cívicos de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca, a quienes llamó "masacradores y genocidas" por lo ocurrido en Cobija y sus alrededores el pasado jueves y viernes.

El presidente Morales anunció en Cochabamba, durante un acto por la efemérides cívica de esa región, que iniciaron la campaña destinada a la aprobación de la propuesta constitucional del MAS. "Lamentablemente algunos grupos intentaron hacer que no se apruebe la nueva Constitución. Son antipatriotas, enemigos de los bolivianos, de las bolivianas. El proceso de cambio es camino sin retorno, es irreversible", aseveró.

También afirmó que no planea ampliar el estado de sitio a otras regiones del país, si los opositores autonomistas cesan sus ataques contra las instituciones estatales y las infraestructuras energéticas.

"Si los prefectos devuelven las instituciones del Estado, si dejan de atentar contra el patrimonio del pueblo que son los gasoductos y las refinerías, no hay por qué pensar en la ampliación del estado de sitio", afirmó Morales en una conferencia de prensa con corresponsales extranjeros.

"Este estado de sitio es para defender la vida, para defender a la gente que ha sido masacrada. Es un delito de lesa humanidad", dijo el gobernante.

Explicó que abogados expertos en derechos humanos le advirtieron que si no declaraba el estado de sitio en la zona podría verse "procesado con juicio de responsabilidades".

Morales responsabilizó directamente al prefecto de Pando, el opositor Leopoldo Fernández, de las muertes en esa región.

"Lo que pasó en Cobija con metralletas, sicarios y narcotraficantes brasileños y peruanos operando bajo el mando del prefecto de Pando es muy grave", aseveró Morales, quien añadió que el Gobierno "nunca" ha instruido a militares o policías para usar armas de guerra en estas protestas.

Bolivia se encuentra sumida en una ola de protestas que desde el martes pasado derivó en una espiral de violencia, cuyo momento más grave se vivió hace dos días en la región amazónica de Pando.

El origen de estas protestas es la demanda de las regiones opositoras para que se les devuelva una renta petrolera que el Gobierno les recortó en enero para pagar una ayuda directa a los ancianos.