Capitalía Plena Sucre: Medalla robada, diputado en pelotas y todos bien gracias

lunes, 13 de agosto de 2018

Medalla robada, diputado en pelotas y todos bien gracias

Hace unos días, el morbo de una gran cantidad de habitantes bolivianos creció exponencialmente al saber que, de manera irresponsable, este Gobierno había “hecho perder” la medalla y la banda presidencial. Al inicio, la noticia era tan difícil de creer que parecía una inocentada. Es decir, ¿cómo se habían podido robar una joya que está guardada en la bóveda más segura del país, casi todo el año?

Si tienen tanto cuidado durante los 365 días, como es posible que se haya pensado en llevarla en una mochila negra hasta Cochabamba. Como entender además que el custodio de la joya, para hacer hora mientras esperaba su vuelo a Cochabamba y quizás por aburrimiento, haya decidido pasar el tiempo en lenocinios de una zona peligrosa de la ciudad de El Alto, dejando en su auto la banda y la medalla “tapadas con una frazadita para que nadie se dé cuenta”. Pero por si eso no fuera suficiente, al día siguiente del suceso, la medalla y la banda fueron encontradas por un medio de comunicación y no por quien naturalmente debía encontrarla, la Policía.

El mismo día del robo, por la noche, un diputadillo del MAS, casi intoxicado por haber injerido tanto alcohol, discutió con los funcionarios del aeropuerto de Cochabamba, causando además daños materiales y para rematarla, se tiró en el piso desnudo, seguramente como señal de protesta por no haber podido zafar la detención y menos haber podido hablar con su disque amigo Carlos Romero. El borrachín gritaba en el piso desnudo: “Romerooo, Romerooo”. Patético.

Increíble que en un solo día hayan sucedido dos hechos tan vergonzosos, no sólo para el Gobierno, sino y sobre todo para nuestro país. Las dos noticias se revelaron a nivel internacional, mostrándonos como un país bananero y con poca dignidad, a los ojos de la comunidad internacional.

Estos dos hechos, muestran además, con “la seriedad” que se maneja el Estado. Si es tan fácil sacar sin protocolos la medalla y llevarla en una mochila, uno puede pensar que así de fácil también se pueden sacar billetes y lingotes de oro que también se encuentran en las bóvedas del Banco Central.

Qué pueden decir nuestros hijos de menos de doce años que sólo han conocido a este gobierno cuando ven a un “padre de la patria” desnudo y borracho tirado en el piso de un aeropuerto balbuceando el nombre del Ministro de Gobierno para intentar cometer el delito de uso indebido de influencias y salir tranquilo del impasse. Seguramente este tipo de ejemplos profundizan el irrespeto de las nuevas generaciones hacia los símbolos patrios, la justicia, las personas y otros.

¿Por qué estamos tan acostumbrados a estas miserias? Me perturba además que nos parezca normal y que lo tomemos como una anécdota más, quedándonos en la comodidad de nuestras casas con los brazos cruzados, con la indignación lista para comentarla con el vecino y absolutamente nada más. Es tiempo que los bolivianos nos sacudamos de tanta mediocridad y tomemos el toro por las astas. Algo tenemos que hacer para que todas estas cosas dejen de suceder y que no queden impunes. Sanción ejemplificadora para todas las autoridades y ciudadanos que nos engañan. Nuevos gobernantes que tengan un mínimo sentido de ética y de trabajo serio.

Cada vez el 21F toma más fuerza y hace más sentido en la medida en que debe existir una capacidad de renovación integral del Estado. Esto implica que todos comencemos a darle valor a la cosa pública, desde la ciudadanía y desde el Estado. Caso contrario terminaremos hundiéndonos en nuestras prácticas perversas que reflejan cada día, en lo que nos estamos convirtiendo, un país con valores empobrecidos y sin dignidad.