Los investigadores recogieron evidencia de las balas que se estrellaron en los inmuebles
Libros de la materia señalan que sí es posible que los proyectiles se deformen y pierdan su blindaje
Fuente/Correo del Sur
La Fiscalía de Distrito de Chuquisaca restó importancia a las críticas de la Policía contra el informe de balística del IDIF y aseguró que no va "a tolerar" juicios de valor que afectan la imagen del Ministerio Público que está actuando con "absoluta objetividad y probidad". Ayer, el Comando General de la Policía cuestionó el informe balístico forense y aseveró que los proyectiles que acabaron con la vida de dos personas no pudieron haber sido de calibre 5,56 milímetros, ya que éstos son blindados y no pudieron deformarse tras el disparo ni perder su blindaje. Sin embargo, libros de la materia señalan que es muy posible que eso ocurra. Ayer, la Policía anunció desde La Paz que solicitará un contraperitaje técnico a la Fiscalía y al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF). En Sucre la reacción fue inmediata. En conferencia de prensa, la fiscal de Distrito, Ana María Lía, expresó que no se puede dudar de un informe pericial del IDIF, porque es el brazo operador e investigativo del Ministerio Público, pero añadió que si hay desconfianza o dudas en algunas personas, éstas pueden pedir las ampliaciones o pericias que correspondan. El fiscal de Materia Hugo Zenteno fue más enérgico y señaló que como Fiscalía "no vamos a asentir cualquier tipo de acción que tienda a desvirtuar el trabajo del Ministerio Público". "Como comentario se puede decir cualquier cosa (...)", pero en este caso "son hechos de profesionales", acotó, por su lado, Lía.En el informe de balística del IDIF, respecto a las muertes de "Noviembre Negro", se determina que las balas que mataron a dos manifestantes en Sucre corresponden a un arma automática o semiautomática de calibre 5,56 mm.
HUBO DISPAROS CONTRA VIVIENDAS El IDIF no determinó la distancia, altura ni ubicación exactas desde donde se disparó contra los cuerpos de Gonzalo Durán y José Luis Cardozo en el sector de La Calancha, pero sí que los proyectiles salieron de un arma de fuego larga y automática o semiautomática. A decir del fiscal Zenteno, la conclusión se sustenta, además del informe del IDIF, en rastros encontrados en paredes, puertas y techos de casas de la zona; allí hay orificios de bala calibre 5,56 mm, los que -a juicio del Fiscal-, difícilmente podían haber sido percutados de a uno, o sea con un arma manual. Otra gran incógnita que no resolvió el IDIF, pese a que los fiscales la plantearon en sus requerimientos, es determinar qué tipo de arma se empleó para disparar los proyectiles 5,56 mm.
DE ARRIBA HACIA ABAJO Las conclusiones del estudio balístico señalan que Durán y Cardozo sufrieron orificios de entrada con penetración inclinada de arriba hacia abajo. A Durán la bala le ingresó al cuerpo "de adelante hacia atrás, de arriba hacia abajo a 35 grados (de ángulo de inclinación)", dice el informe, lo que hace presumir que el proyectil ingreso "un poco inclinado hacia el lado derecho (del pecho)", precisó el fiscal Zenteno. También "se establece trayectoria balística en el cuerpo del occiso José Luis Cardozo, con dirección de arriba hacia abajo y de atrás hacia delante". El sábado 24 de noviembre, Gonzalo Durán cayó cerca del puente de La Calancha por impacto de bala, y José Luis Cardozo falleció el lunes 26 de noviembre después de permanecer dos días en estado de coma con una bala en la cabeza. En síntesis, a Durán le dispararon de frente y a Cardozo por la espalda; a ambos, desde una altura mayor a la que se encontraban. En ambos casos, hay orificios de ingreso de los proyectiles, pero no así orificios de salida. Los dos proyectiles fueron extraídos por médicos. Además de ellos, Juan Carlos Serrudo murió, en inmediaciones de la Unidad Operativa de Tránsito, por impacto de una granada de gas que afectó irreversiblemente su tórax. Hace dos días, el comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, general Luis Trigo, sostuvo que las armas de calibre 5,56 mm son de uso de la Policía y las Fuerzas Armadas.
POLICÍA CUESTIONA INFORME El Comando General de la Policía, mediante su director Jurídico, mayor Gonzalo Medina, cuestionó el informe balístico que estableció que los proyectiles que mataron a dos chuquisaqueños fueron calibre 5,56 mm. Aseguró que al poseer un blindaje o encamisado, los proyectiles no pudieron deformarse tras el disparo. "Puede deformarse al impactar en un material muy rígido, pero no perder el blindaje. Sin embargo, el dictamen balístico señala que el supuesto proyectil de calibre 5,56 presenta deformación, no tiene blindaje y expone material de plomo", aseveró. Señaló que la autopsia legal realizada a Gonzalo Durán demuestra que el orificio de ingreso del proyectil al cuerpo es mayor al diámetro que una bala de calibre 5,56 dejaría. Al respecto, indicó que según el análisis el proyectil perforó la cuarta costilla de la víctima, pero, continuó Medina, el examen traumatológico dice que fue en la tercera. Reveló que no se realizó el estudio balístico-físico-químico en las prendas de vestir de las víctimas. Finalmente, cuestionó la falta de precisión respecto al lugar exacto de la colección de proyectiles y vainas.
LIBRO: BALAS SÍ PUEDEN PERDER BLINDAJE Según el libro "Medicina legal y Criminalística, Tomo I de la colección Ciencias Forenses", de Jorge Núñez de Arco, un proyectil 5,56 milímetros disparado por un arma automática o semiautomatica puede perder su blindaje, dejando sólo la parte del núcleo o cuerpo del proyectil, que es de plomo. Esto puede suceder por efectos de rotación, parabólicos o giroscópicos, en el traslado del proyectil desde la boca del cañón hasta llegar a un punto sólido, pero también, al chocar contra una superficie, puede separarse de su blindaje. En el libro remarca que si el disparo se realiza de cerca habrá más velocidad y fuerza en el proyectil, y es posible que el blindaje no se desprenda.
