Evo no quiere que termine el partido hasta meter él el último gol. Mientras tanto va repartiendo rodillazos en los testículos a todos aquellos que se cruzan en su camino.
Se defeca en el árbitro, en los jueces de línea, en el VAR, en el fair play, en los pasapelotas, en todo. Él quiere ganar el partido por la fuerza para que todos le vuelvan a amarrar los huatos. Y para siempre.
Tuvo que ser el público el que lo ponga en su lugar dos veces: el 21F y a finales del 2019. Pero no aprende.
Y está dispuesto a volver para "cargarse" a todo ese público, para no salir más de la cancha.
Se han preguntado, y esta es una pregunta seria, ¿quién o quiénes son en última instancia los responsables de ponerle los puntos sobre las íes si logra pasarse por el forro todas las normas?
Para responder a esta pregunta no se necesita ser abogado, sedicioso o chamán, la Constitución Política del Estado felizmente tiene la respuesta, en su artículo 244, que dice que las Fuerzas Armadas son las responsables de "asegurar el IMPERIO de la Constitución".
Está claro, clarito, ¿no?
El General Zúñiga no tendría por qué haber sido relevado de su cargo, ha dicho lo que la Constitución le manda a hacer.
¿De qué se escandalizan?
Los militares son -lo digo a pesar de que los zurdos se rasguen las vestiduras-, los que en "última instancia" nos han salvado de los tribunales populares, de la dictadura sindical, de las milicias irregulares, de la expropiación masiva de los medios de producción, de la inseguridad jurídica, de la estatización de la prensa nacional, etc.
¿Es que acaso no se acuerdan de la Asamblea Popular de 1971, de la que el General Banzer nos salvó?
¡Si nos querían convertir en un satélite de Rusia! De esa Rusia que mató de hambre a millones.
¿No se acuerdan que los comunistas ya habían transformado nuestro Congreso Nacional en un SÓVIET para junio de 1971 y que fue gracias a los milicos que esa locura no continuó?
Claro, es tan abrumadora, estratégica y eficiente la propaganda socialista que todos demonizan el gobierno de Banzer pero no la dictadura del "parlamento obrero sindical" que ya estaba instalada y lista para guillotinar (muchos tienen que sacarse el "progre" que llevan dentro sin saberlo).
¿Y ustedes creen que Evo es distinto a los de aquel entonces? Quizá en algo, porque no solo es socialista, sino también narco. Es decir, doblemente peligroso.
¿Creen que, además, Evo quiere volver para entregar el poder después de 5 años?
Pamplinas. Ya nos hemos tragado mucho socialismo como para creer en su sacrosanta virginidad.
Evo quiere gobernar como en Cuba, con el arma bajo el brazo y sobre la miseria de su pueblo, hasta salir viejo y senil del palacio, como el sociópata de Fidel.
Y los milicos son, los que en última instancia, se lo tienen que impedir, para restituir el Estado de derecho. Así de claro.
Yo me conozco la historia y no quiero repetirla.
Por lo mismo, desde este espacio, "sin miedo al qué dirán los políticamente correctos", le envío todo mi respaldo y solidaridad al valiente General Zúñiga, que fue depuesto injustamente en el cumplimiento de su deber constitucional y patriótico.
¡Qué vivan nuestra Fuerzas Armadas!
Por: Horacio Poppe Inch