Todos sabemos que la justicia y sus órganos deberían actuar de manera imparcial, igual para todos y, sobre todo, ser independientes, pero por desgracia, y viendo sus últimas actuaciones y resoluciones eso en nuestro País sencillamente NO sucede, al contrario la justicia boliviana casi siempre pero sobre todo en estos últimos 15 años se ha caracterizado por su parcialidad y falta de independencia, sometido a los caprichos del partido político en función de Gobierno Nacional.
Así lo confirmó sin vergüenza alguna el propio *Evo Morales*, quien a su estilo le metió nomas y aseguro que él desde el chapare ordenó la persecución judicial a Janine Añez con argumentaciones falaces y a veces insensatas, poniendo sus intereses políticos y hasta personales frente a la cordura y la racionalidad de nuestras leyes y la propia CPE, demostrando con esto que la justicia boliviana está completamente sometida al capricho de un partido político, o lo que es peor al capricho de una sola persona.
Algo similar sucedió y está sucediendo en Tarija donde autoridades de la Asamblea y la Gobernación que no son de la línea política del MAS son víctimas de persecución política, demostrando con ello que los masistas, como en otras ocasiones, NO aceptan los resultados electorales que en Tarija nunca les favorecen y que por eso no descansaran hasta hacerse del poder a como dé lugar (si no es por las buenas, es por las malas) y para ese propósito utilizaran como ya lo están haciendo a la justicia y la pondrán al servicio de sus intereses, poniendo en riesgo la institucionalidad tarijeña.
Es por eso que la actuación de determinados jueces y organismos judiciales como la fiscalía departamental argumentando decisiones irracionales y hasta contradictorias a la propia Ley demuestra, además del sometimiento político que la justicia no es igualitaria para toda la ciudadanía, ni imparcial, sino una justicia política al servicio del MAS y que su único propósito es la persecución política.
Por esta razón, la confianza que tienen los ciudadanos en la Administración de Justicia está por los suelos, a tal punto que la mayoría de los bolivianos no confía en ella, pero además porque considera que la Justicia en nuestro país por culpa de funcionarios corruptos y sometidos al partido en función de Gobierno funciona mal o muy mal.
Nuestra democracia no se merece una justicia politizada, Bolivia necesita de una justicia libre de política y sin sesgos de ningún cariz político, independiente y justa.
Pero parece que eso NO va suceder nunca, porque sencillamente no existe una verdadera voluntad política de solucionar el problema de la Justicia en Bolivia y no porque no se sabe cómo sino sencillamente porque a muchos administradores de justicia y sobre todo políticos no les conviene en términos de réditos políticos y sobre todo económicos.
En resumen, considero que la justicia no puede responder a un partido político, y menos sus resoluciones, esta debe ser imparcial, justa e igualitaria, solo así la democracia y sus valores pueden pervivir y ensalzarse, pero para que eso suceda hace falta una reforma judicial profunda que principalmente impida que los partidos políticos o algún dictadorcillo en particular mueva los hilos del sistema judicial a su antojo, una tarea difícil, pero no imposible para cambiar completamente nuestra justicia corrupta, pero además politizada.
