Capitalía Plena Sucre: 24 enero de 1899: La masacre de Ayo Ayo, la guerra entre Sucre y La Paz, el robo descarado de la sede de gobierno

domingo, 24 de enero de 2021

24 enero de 1899: La masacre de Ayo Ayo, la guerra entre Sucre y La Paz, el robo descarado de la sede de gobierno

Hoy retrocederemos en el tiempo 122 años atrás y nos ubicamos en el año 1899 cuando Bolivia vivió la guerra civil, federal o también conocida como guerra separatista que se dio entre el norte y el sur, entre Sucre y La Paz. Dentro de esta guerra se dio un episodio muy triste que aún queda presente en la memoria de los chuquisaqueños: la Masacre de Ayo Ayo dada un 24 de enero de 1899. 

A partir del nacimiento de Bolivia a la vida republicana, se estableció a la ciudad de Chuquisaca como la capital de la nación, así rezan cuatro leyes que confirman esta verdad:                                                                                          El 11 de agosto de 1825, cinco días después de la fundación de la República, el Congreso promulgó una ley que en su artículo 14 decía textualmente: “La ciudad capital de la República de Bolivia se denominara en los sucesivo SUCRE”.   Un año después, el primero de julio de 1826 se promulgó otra ley que señala en su artículo único: “El congreso constituyente faculta al padre de la patria y fundador de Bolivia a Simón Bolívar,  y hasta que se designe el lugar donde se construya la nueva ciudad capital,  se declara a la ciudad de Chuquisaca capital provisoria”.   Pero más de una década después, al no construirse una nueva ciudad para que sea la nueva  capital de Bolivia, se decidió denegar esa idea y declarar oficialmente a la ciudad de Chuquisaca como capital de la República de Bolivia,  pasando a llamarse Sucre en justo homenaje al Mariscal de Ayacucho; esta ley fue promulgada el 12 de julio de 1839 por el presidente  José Miguel de Velazco y Franco. Finalmente, el 18 de junio de 1843, por ley de la convención nacional reunida ese año, se declaró a Sucre la ilustre y heroica capital.  De esa forma se estableció a la ciudad de Sucre como capital de la República de Bolivia, por tal razón los poderes  de la nación funcionaban en su plenitud en nuestra ciudad. Pero a partir del gobierno de Belzu, varios presidentes gobernaban más tiempo desde La Paz que desde Sucre, lo cual llevo a la sugerencia en el senado de cambiar la sede de la capital de Sucre a La Paz cuando estaba de presidente Aniceto Arce Ruiz, era el año 1889, a esa consideración, los representantes por Chuquisaca se pronunciaron diciendo que Chuquisaca preferiría separarse de Bolivia antes de aceptar a La Paz como capital, pero finalmente esa idea no se consolidó ese año, "la tragedia esperaba para después", según señala el historiador Roberto Querejazu Calvo.  


A lo largo del año 1898, existía una presión desde La Paz con tendencia de federalismo y a la vez con la idea de trasladar la capital. Ante esa realidad, durante el gobierno de don Severo Fernández Alonso, se promulgó la Ley Radicatoria un 18 de noviembre de 1898, que constaba de 3 artículos que decían textualmente:     


El Congreso Nacional Decreta: 

Artículo 1.- El poder Ejecutivo residirá permanentemente en la capital de Bolivia: Sucre. 

Artículo 2.- Si se dieran los casos previstos, el presidente de la nación solo podrá estar fuera a de Sucre como capital de la República por un tiempo no mayor a los siete días o durante el periodo de funciones legislativas. 

Artículo 3.- En casos excepcionales, el presidente expedirá el Decreto de convocatoria  dentro de los sesenta días de anticipación para programar una nueva sesión legislativa. 


Aprobado, sala de sesiones de la honorable cámara de diputados. Sucre, 18 de noviembre de 1898. 


Esta medida  tomada por el gobierno conservador de Severo Fernández Alonso no fue del agrado de los liberales que promovían desde La Paz el federalismo. A tal efecto, se desarrolló en La Paz un mitin  popular , en ese instante se consumió el golpe de estado e inmediatamente se formó una Junta de Gobierno  encabezada paradójicamente  por quien había sido legislador de Chuquisaca José Manuel Pando, acompañado del prefecto de La Paz Serapio Ortiz y  Macario Pinilla.   Era 12 de diciembre de 1898, estallando de esa manera la llamada guerra civil, federal o separatista. 


En Sucre, al enterarse de ello, los intelectuales organizaron a los estudiantes universitarios  de la Carrera de Derecho y  la clase obrera. El 15 de diciembre de 1898 partieron de Sucre rumbo a Potosí donde Severo Fernández Alonso organizó su ejército, sumando 1.141 hombres, destacando entre ellos el “escuadrón Sucre” y el “Batallón 25 de mayo” y el 21 de diciembre de ese mismo año se dirigieron a Oruro. Paralelamente José Manuel Pando armó su ejército y contó con el apoyo de los indígenas aymaras de La Paz  encabezados por el sanguinario Pablo Zárate Willka, quien le aseguró el triunfo a Pando si a cambio le ayudaba a recuperar las tierras que pertenecían a los indígenas aymaras; aceptado el trato, Zárate Willka movilizó a sus filas indígenas para hacer frente al ejército de los conservadores de Sucre. 


La guerra separatista en Bolivia entre Sucre y La Paz se había desatado, y los escenarios donde acontecieron los hechos más relevantes de este conflicto Bélico fueron provincias de los departamentos de Oruro y La Paz principalmente en Cosmini, Sica Sica y Ayo ayo. 

Había trascurrido más de un mes de la guerra y se registró una derrota del ejército de Sucre  en la batalla del primer crucero en Cosmini. 250 efectivos de los batallones Avaroa y Vanguardia avistaron un convoy con pertrechos a cargo del escuadrón Sucre. El intercambio de disparos concluyó con la violenta explosión de un vagón cargado de munición que precipitó la fuga y derrota de las filas capitalinas; los jóvenes sucrenses comenzaron a ser perseguidos por los campesinos aymaras y apresaron a muchos fueron tomados presos. El resto lograron escapar y se refugiaron  en la capilla de la población de Ayo Ayo donde  recibieron la atención de tres sacerdotes: Fernández de Córdova, Rodríguez y Gómez que cumplían su misión pastoral en esa jurisdicción parroquial. Las tropas aymaras  encabezadas por el temible Pablo Zarate Wilka no tardaron en llegar hasta la capilla de Ayo Ayo. Al atardecer del 24 de enero más de un centenar de comunarios rodearon el pueblo y tomaron la plaza; en la noche los indios atacaron la iglesia enardecidos y motivados por el alto grado alcohólico de la chicha ingerida previo al siniestro. Empezaron a quemar los alrededores de la capilla e ingresaron a la misma donde procedieron al cruel asesinato de  27 jóvenes chuquisaqueños que sin atinar a ninguna clase de defensa fueron masacrados de la peor manera incluidos los 3 jefes militares: Ávila, Sanjinez y Loza, y los tres sacerdotes Fernández de Córdova, Rodríguez y Gómez quienes también corrieron la misma suerte.  Los indígenas aymaras les dieron una muerte tormentosa, les sacaron sus corazones y en sus cráneos tomaron chicha en señal de victoria.  Este sanguinario pasaje de la historia boliviana se registró un 24 de enero de 1899, y fue motivo de luto para las familias chuquisaqueñas que lloraron la muerte de sus hijos asesinados en la Masacre de Ayo Ayo.

Pasaron los meses y el 12 de abril del año 1899 se dio la batalla del segundo crucero en Paria donde Pando venció a Severo Fernández, poniendo fin a la guerra Civil siendo vencedores los liberales. Proclamaron a La Paz como la capital y a José Manuel Pando como presidente de la nación. 

Así se registró en Bolivia una guerra que separó y dividió al país, dejando en el sentimiento de los chuquisaqueños una herida honda que  hasta nuestros aún está fresca y más abierta que nunca. Este acto luctuoso no se borra de la mente por el profundo daño que le significó a nuestra ciudad perder lo que por ley y por deseo de nuestros libertadores nos corresponde por derecho; ser la capital plena de Bolivia. 

Este 24 de enero, se cumplen 122 años de la masacre de  Ayo Ayo. Esta fecha debe significar para todos los que hemos nacido en este departamento una fecha de reivindicación y de exigir que Sucre debe merecer mayor respeto por ser una ciudad que ha dado mucho por Bolivia y que lamentablemente ha sido herida por este conflicto que aún está pendiente y que debe  ser atendido pacíficamente para poder darle a Sucre el sitial que merece como capital de Bolivia

¡Honor y gloria a los caídos en Ayo Ayo!   

¡Viva Sucre la capital!          

¡Viva Chuquisaca!              

 

Recopilación: Svonko Cano Valenzuela