Capitalía Plena Sucre: Millonario despilfarro en redes sociales

lunes, 31 de diciembre de 2018

Millonario despilfarro en redes sociales


Todos sabemos que el Gobierno está muy preocupado porque no logra controlar los mensajes que circulan en las redes sociales, como lo ha hecho en otros ámbitos. Pero, eso no justifica, desde ningún punto de vista, que haya gastado 14,6 millones de bolivianos en la aplicación de la estrategia de redes sociales solamente en cinco meses.

Un reciente informe de Página Siete, basado en datos del Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes), estableció que el Gobierno destinó esa cantidad de fondos públicos para pagar a cuatro empresas por “servicios especializados” en redes sociales.

Las empresas mencionadas, que se adjudicaron los contratos por invitación directa, tienen la misión de elaborar estrategias de información, de elaborar contenidos audiovisuales y de pautar publicidad en las redes, entre otros servicios.

El hecho de que las publicaciones de Evo Morales hayan empezado a aparecer en los muros de todos los bolivianos no es arte de magia, es publicidad pagada.

Sin embargo, los 14,6 millones de bolivianos no son el único monto que el Gobierno destina a la estrategia de redes sociales. Al margen de eso, según se conoce, dispone cinco millones de bolivianos anuales para el funcionamiento de la Dirección de Redes Sociales, dependiente del Ministerio de Comunicación que, a su vez, es el que contrata el servicio de empresas privadas para que hagan el trabajo.

Hace poco, el presidente Evo Morales, en uno de sus actos de proclamación, reconoció que una de las debilidades del oficialismo está en las redes sociales. “La guerra de internet, esa es nuestra debilidad... Hermanas y hermanos, tenemos que prepararnos. No por culpa de la guerra digital podemos perder (las elecciones)”, dijo.


El problema es que el Presidente no separa la gestión de gobierno de la campaña electoral, de tal forma que el dinero gastado por el Ejecutivo para la estrategia de redes sociales termina siendo para promocionar al candidato Evo Morales.

Al margen de estos gastos estatales, el MAS, desde su estructura partidaria, capacita a los afamados guerreros digitales y ahora esa estrategia empezará a aplicarse en los nueve departamentos.

Otro de los ejes de esta estrategia tiene que ver con la acción de la Policía que, según un audio filtrado a los medios, hace monitoreo y seguimiento a los periodistas y líderes opositores desde las redes sociales.

El Presidente está tan preocupado por las redes sociales que en octubre pasado reveló que pidió ayuda a su par de China, Xi Jinping, para enfrentar la “guerra digital”.

“Hablé con el presidente de China (le dije) haber ustedes que tienen tecnología, nos pueden orientar en el tema de guerra digital, el Presidente me dice: ‘Evo no sé que (es) eso ¿Qué será? pero sirve, no hay problema vamos a transferir para combatir en la guerra digital’”, indicó.

La cada vez más aparatosa campaña gubernamental en redes sociales debe ser motivo de preocupación por dos motivos.

Por un lado, estamos ante un nuevo caso de despilfarro del dinero público que, en vez de ser destinado a urgentes necesidades de los bolivianos, está siendo utilizado en campaña electoral que se camufla como gestión gubernamental para justificar los gastos.

Por otro lado, los mensajes que circulan por las redes sociales no siempre son positivos. Muchos están orientados a crear malestar, a denigrar a los usuarios “opositores” y, en el peor de los casos, a poner en circulación noticias falsas.

Más preocupante aún es saber que el Gobierno chino, que tiene una tradición de recorte a la libertad de expresión, esté asesorando o transfiriendo tecnología para el control de las redes sociales.

Las redes sociales son un espacio de libertad de expresión, como tal, el gobierno no podrá controlar los mensajes que por allá circulan y, a juzgar por los resultados registrados hasta ahora, tampoco podrá contrarrestar la avalancha de mensajes contrarios a su gestión que por allá circulan.