POR LA UNIDAD DE LA REPÚBLICA Y DEL PUEBLO BOLIVIANO
Nosotros, hombres y mujeres del pueblo boliviano, reclamamos una Constitución incluyente, que reconozca ciudadanía plena para todos, que nos reconozca como iguales, más allá de las diferencias de religión, origen, región u opción ideológica, que nos asegure oportunidades de producción y empleo y sobre todo, fortalezca la unidad nacional, profundizando los principios y valores democráticos.
Nos rebelamos contra un proyecto de Constitución que emerge de la ruptura institucional de la Asamblea Constituyente que fue convocada, elegida e instalada de acuerdo a preceptos constitucionales, cuyo texto el gobierno nacional busca imponer, por encima del mandato del pueblo soberano y de la ley.
Es nuestra responsabilidad ciudadana, más allá de cualquier interés, defender la República y la Democracia, evitando cualquier intención de destruir el Estado y la consolidación de un régimen político, que lo único que ha logrado es dolor, luto y la desintegración de la gran familia boliviana.
Somos un pueblo de fe, decidido a frenar las arbitrariedades y excesos del gobierno en el permanente atropello a nuestras instituciones religiosas, que representan a lo más íntimo de nuestros valores morales y espirituales.
Este día, el pueblo boliviano se pronuncia por la verdadera justicia, no la que se hace a título de “justicia comunitaria”. Nos pronunciamos por nuestros mártires y perseguidos de La Calancha en Sucre, de Pando, Cochabamba, Beni, Oruro, Potosí, Tarija, Santa Cruz y La Paz; vidas que se entregaron y familias desintegradas en la lucha por la dignidad del pueblo boliviano, porque no estamos dispuestos a entregarles a nuestros hijos, por el cumplimiento de la ley, el respeto a los derechos humanos, hoy secuestrados por la soberbia del autoritarismo del gobierno.
Los que hemos nacido, vivido y trabajado por esta Patria, no debemos permitir que despedacen nuestra integridad territorial en 36 naciones, la impostura de otorgar derechos especiales, creando ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, el engaño demagógico de falsas autonomías.
No vamos a dejar nuestra suerte librada a la tiranía de un gobierno que permanentemente atenta contra nuestras libertades ciudadanas, que busca acallar a quienes gritan libertad y justicia, que pretende la toma del poder absoluto y el sometimiento coercitivo de aquellos que se atreven a denunciar las irregularidades que se cometen. Hoy, los hermanos periodistas son víctimas de estos atropellos. El gobierno se siente soberbio y amenazador. Es nuestro deber ciudadano darles una verdadera lección democrática.
Saludamos y convocamos a todos los bolivianos y bolivianas, a las organizaciones cívicas, campesinas, universitarias, religiosas y de la sociedad civil, a las instituciones empresariales y gremiales, organizaciones ciudadanas, partidos políticos y pueblos indígenas, para aunar esfuerzos y evitar que el proyecto de Constitución del gobierno destruya nuestra querida y amada República, que nos conduzca a la confrontación, que profundiza la pobreza y que genere una mayor marginalidad del pueblo.
La sanción moral es nuestra. El derecho a disentir también. El gobierno jamás podrá destruir nuestra dignidad. No lo permitiremos. La base de nuestro poder, está en el VOTO. Este 25 de enero, de forma cívica democrática, vamos a frenar las intenciones de consolidar un gobierno autoritario en Bolivia, vamos a defender nuestros derechos votando NO.
De la Patria el alto nombre
en glorioso esplendor conservemos
en sus aras de nuevo juremos
¡Morir antes que esclavos vivir!
VOTA NO
Sucre trece de diciembre de dos mil ocho.